Armas y equipamiento |
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La
caballería |
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El equipamiento de la caballería era muy similar
a la de la infantería romana, aunque con algunas diferencias que
se matizan a continuación.
Casco
- Galea-: Los cascos de la caballería romana solían
ser de hierro, con decoraciones de bronce, algunas de estas decoraciones
imitaban el cabello. Se han encontrado varios ejemplares muy elaborados,
que cubren casi toda la cabeza, dejando al descubierto sólo los
ojos, la nariz y la boca.
Corazas -Lorica-: La coraza podía ser de escamas -lorica squamata-
o de cota de malla -lorica hamata-. Por lo general era corta y sólo
llegaba hasta las caderas, abriéndose por las caderas para permitir
montar a caballo y evitar posibles enganches en la silla de montar. En
lo alto de la espalda tenía dos capas, y en los hombros un par
de placas sujetas con ganchos al pecho.
La malla romana se componía de filas alternas de anillas horadadas
o soldadas a martillazos, unidas por filas de anillas remachadas. Las
escamas de las armaduras romanas se unían con alambres y tiras
de cuero antes de coserlas a una prenda de tela.
Espada -Spatha-: La caballería romana utilizaba una espada
larga -spatha-, que llevaban colgada del cinturón o de una bandolera
que pasaba sobre el hombro izquierdo. La hoja de estas espadas podía
medir de 65 a 80 cm.
Lanzas y jabalinas: En la mayoría de las lápidas aparecen
soldados a caballo luchando con lanzas pesadas, probablemente arrojadizas.
Según el historiador judío Josefo, la caballería
romana en Siria llevaba una lanza muy pesada y una aljaba con tres o cuatro
jabalinas.
Escudo -Scutum-: De construcción similar al de la infantería,
era de forma ovalada y plano, de madera y con adornos de bronce medía
1,18 m de largo y 55 cm de ancho.
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